sábado, 31 de marzo de 2012

Solo caminé a casa

Narraciones - Historias de locura y (des)amor - 2

Solo caminé a casa

Impotencia. Sólo pude ver cómo todos mis sueños, mis deseos de juventud y un poco mi esperanza de un futuro; todo desvaneciéndose frente a mis ojos. Mi felicidad borrada de un plumazo.

No había nada que hacer. Nada que decir.

Sólo caminé a casa, pensando en mí, en que hice mal, en que pude haber hecho diferente. Me quedé de pie frente a mi pórtico, pero no entré. Miré un largo rato la puerta, con el sol poniéndose a mis espaldas. Viendo mi sombra estirarse y desaparecer entrada la noche.
Di media vuelta y me dejé caer sobre la acera. Sólo sería un momento más de debilidad. Sólo sería llorar a solas en medio de la oscuridad. Una noche negra, sin estrellas, sin una luna que compartiera mi dolor.
Solo, frente al pórtico de mi casa.

___________

Tal vez retome ocasionalmente este mi blog. A desahogar esas letras que tengo perdidas hace tiempo.
Este lo escribí hace tiempo, más o menos por junio pasado.

domingo, 26 de julio de 2009

Sin título 3

Las olas golpeaban con furia el casco del barco. Cada vez era más fuerte el crujir de la madera, que al ceder al ariete marino dejaba pasar algunas gotas al interior del mismo. El viento arrecia cada segundo, una fuerza tal que desgarra las velas y hace crujir al mástin principal, ante el horror de todos los tripulantes. Estoy junto a el señor Wittman, un caballero inglés a la vieja usanza, ya entrado en sus cincuentas. El viento había volado su sombrero por la borda unos momentos atrás, dejando ver su cabellera canosa, Un gesto de preocupación, superando por mucho el expresionismo de las máscaras de la comedia griega, sustituyó esa alegría cordial que emanaba su rostro desde el comienzo del viaje.
-Aférrese a algo señor Maupouvais- me dijo -aquí viene una ola difícil-.
El barco se sacudió con la furia del ese mar alebrestado. De nuevo el crujir de la madera, esta vez más fuerte, quizá será el último viaje del Lady Mariette, quizá sea nuestro último viaje también. Empapado hasta las rodillas, trato de cubrirme el rostro de la feroz lluvia. De repente, una luz blanca cubrió todo. Otro crujido, aún más fuerte que todos los anteriores, pero de otra naturaleza; rayos gigantes se abren paso por el cielo ennegrecido. Tras cada relámpago, ese poderoso rugido que les acompaña, pero con la suficiente pereza como para no coordinar.
-"aunque camine por cañedas oscuras, no temeré"- somos un pequeño grupo de pasajeros quienes estamos atrapados en cubierta, compañeros en desgracia. Quien reza en voz alta es el pastor Robinson, un misionero presbiterano venido desde la costa bostoniana, acompañado de un grupo aún más pequeño de pasajeros -por que tú estás conmigo- continuó, todos tomados de las manos aferrados con la pasión de quien tiene la vida pendiendo de un hilo, los ojos cerrados, como esperando una sabida condena, ante la fatalidad del veredicto -tu vara y tu callado me guían por el sendero justo, por el honor de tu nombre- me uno a ellos, tomo la mano de Mme. Lavaille, compañera y amiga de viaje desde que zarpamos de Nueva Orleans hace unos días.
-Ciertamente no es el tipo de emociones que esperaba de este viaje- le dije, con una sonrisa estúpida, apenas fue audible ante el estruendo de los rayos y el mar azotando el barco.
-Sólo usted se atreve a bromear en esta situación Monsieur- contestó, con una sonrisa solidaria que no lograba ocultar su preocupación.
-Siempre han criticado mi falta de tacto- dije casi gritando, sin esperar una respuesta, me quedó claro que nadie tiene el ánimo para charlar por el momento.

viernes, 10 de abril de 2009

Frases memorables de chuck

Estas son algunas frases célebres de mi ciber-historia. Iré ampliando la lista conforme recuerde otras u las vaya inventando kthnx.
__________________



¿Por qué cuando le preguntan a algun pendejo "¿Cuál es tu cita favorita?" contestan como les gustaría salir con alguien?

Todo hombre es una isla.

Por un momento casi lo consideré, pero no.

Todo hombre es un perro. (As true as life gets)


_________________

Saludos mis estimados lectores.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Ella: una serie de relatos cortos.

Este lo comencé a escribir como parte de un concurso de mi uni, ahora que lo releo, tiene potencial, aunque por el hecho de postearlo ya no lo podre usar en el futuro, salvo que las reglas lo permitan. Afortunados ustedes que me leen ;).

____________________________


"Todavía oyes eso?"
"Es mi banda favorita desde secundaria"
"Sabes? ese es el problema, nunca dejaste de vivir en secundaria"
Silencio.
"Y me refiero a todo, lo de la boda todo lo ves como si estuvieras en secundaria."
Hubo un buen rato de incómodo silencio.
"No sé. No lo sé." Contesté. Una parte de mí le odiaba en ese momento, pero a la vez la duda permanecía. ¿Nunca dejé de vivir como adolescente? La edad de adolescer dicen unos. Se siente feo oir eso, hasta me cuesta pensarlo. <>. Es como decir que has botado a la basura todos los años de tu vida hasta este momento.
Pinche Beto.
"Bueno, ya vámonos." dije, cortando lo incómodo del momento.

(...)

Esa noche hubo una pequeña cena para todos los del edificio. No conozco a mis vecinos más que de vista. No me son interesantes. Ni divertidos Ni nada.
Volteo a mi derecha hacia el hombre, ya de edad, que vive en el segundo piso.
"Y qué se celebra?"
Una voz suave me contesta. A mi izquierda está una joven sirviéndose un plato, nos hemos visto ocasionalmente como vecinos. Un poco menor que yo. Creo es la hija del fulano que vive en la esquina, un catrín pedante, completamente distinto a ella.
"Es el aniversario de la revolución"
"Ah! cierto"
No es el tipo de cosas que recuerde, de hecho recuerdo muy pocas fechas, de ahí esa costumbre de usar a los demás como agenda.
"Tu no vives aqui cierto? no recuerdo haberte visto antes"
"No, vivo en la casa de la esquina"
Sí, si era.
"Ah, creo que recuerdo. Y que te trae por aqui?"
"Por qué. está mal?"
Pareciera a la defensiva, pero aún actúa bastante amable.
"No, no, sólo pregunto"
"jajajaja, era broma. Mi papá es muy amigo del dueño del edificio, y ya hace tiempo que le insistía en que viniera"
"No se perdían de mucho. Tu papá es aquél del saco azul?"
Hice un gesto con los ojos, segnalando hacia unas mesas adelante. Sólo pregunté para confirmar lo que recuerdo.
"Sí, es él"
"Sí, con razón, me parece haberlos visto antes. Y cómo te llamas?'
"**************", y tu?"
"**************, un gusto."
"jajaja, igualmente"
Un poco sosa, pero agradable.

(...)

Estaba frente a mí, acurrucada y ahogada en llanto.
"Qué pasó? Qué...?"
No supe terminar la pregunta.
"Lo maté"
Al decir esto su rostro enrojeció aún más, podía escuchar el esfuerzo que le resultaba respirar.
Dos víctimas, una sola muerte.
Me senté a su lado. No dije nada. No había nada que decir, sólo podía dar un hombro para llorar.


Pasamos varias horas así hasta qu cayó dormida. Yo seguí en vela lo poco que quedaba de la noche ahí junto a ella, echados sobre el suelo de la casa.
Qué debía decir cuando despertara? Cómo amenguar una pérdida así?
Pero yo sé que su única culpa fue aquél momento de debilidad anterior a esa noche.
El culpable vive con ella. Y por esta vez, sólo por esta vez yo no soy el culpable.
El verdadero asesino, ese infeliz sonríe al vecino cada mañana, da limosna a los desamparados y va a misa cada domingo; y no sólo eso, con su sempiterna sonrisa plástica, aparece en todo evento filantrópico. Ese maldito. Pero ahora no es el momento de hacerlo pagar. Una pérdida es suficiente para ella.

(...)

Es momento de dormir. Dentro de unas horas zarpará el barco hacia Montevideo. Podremos comenzar de nuevo, sin toda esta putrefacción. Podremos, por fin, ser felices.

_________________

Nota del autor: ¿Quién putas celebra el aniversario de la revolución?

Siéntanse libres de sugerirme un título para esta historia.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Cualquier lugar fuera de este mundo

Este lo comence a escribir hace como 2 semanas, a ver cuando se me atoja continuarlo.

____________________________________

Cualquier lugar fuera de este mundo

-¿Crees que es posible enamorarse de un relato?
Una suave brusa arrastraba las últimas hojas del otoño sobre lo que alguna vez fue un campo verde.
-¿Que dices?- contestó, sin voltear a verme, ni yo a ella.
Cómo odio tener que repetir las cosas.
-Que si crees que uno puede enamorarse de un relato- Por fin se dignó a regalarme una mirada de curiosidad.
-¿Así como amar un poema? ¿Llamarle a eso amor? No, sólo es un coloquialismo.-
Usualmente trato de evitar este tipo de conversaciones, sobre todo por el desprecio que ambos sentimos por la pretensión y verborrea filosófica que normalmente les acompaña, pero, en esta ocasión en particular, verdaderamente quería conocer su opinión.
-Perdón, me faltó especificar, hablo sobre el relato acerca de una persona, una descripcion pues.-
-¡Oh! Algo ligeramente más complejo, ya debes tener una idea de lo que contestaría. Pero (...)

------------------------

Hasta ahí ha llegado


miércoles, 3 de diciembre de 2008

Lo inconmensurable

No puedo describir las cantidades masivas de verga que han valido mis planes.



Gracias Chuck, cada vez (no) te superas.



tr. ya valió verga.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Historias incompletas I

Pues eso, comienzo a hacer públicos estos fragmentos que alguna vez se pensaron para novela pero por z razón no fue así (generalmente por falta de calidad).

Aquí un Werther meets fight club meets psychotic rage.

________________________________

Aún recuerdo la noche en que ella murió. No es que tenga otra opción. Aquella noche de luna creciente, una hoz perforando la negrura del cielo. No puedo decir que tan estrellado estaba, no se distingue dentro de la ciudad.

El cuarto estaba a oscuras, sólo iluminado por esa luna hambrienta, la más fiel amiga en mis tiempos de desgracia. Y frente a mí, mi dulce Psyche. Sus ojos, ¡Ah, aquellos ojos! Esos ojos que veo en cada estrella, ahora llenos de lágrimas, lágrimas que derramo una y mil veces por ella.

No supe qué decir. ¿Qué pude haber dicho?, ¿qué pude haber hecho para evitarlo?, esa angustia que vive conmigo y que morirá conmigo.

“Ya no puedo” Su voz se quebraba mientras quitaba el seguro al arma.

(………)